Blogia
el ritmo que nos mueve

Monterrey

Ante de salir de Hermosillo le prometí a un amigo que cada día escribiría algo en el blog acerca de lo que me ocurriría en Monterrey. No lo había hecho por falta de tiempo, además, la ciudad tiene un aire que hace que te enfoques en otras partes y no frente a la pantalla de una computadora.
Anoche escribí un pequeño cuento después de cinco días sin escribir nada. Había leído unos textos de la antología que ayer compré, después salí a la terraza para mirar los cerros que rodean la ciudad, y ahí mismo escribí. A los minutos regresé a la habitación y no tardé mucho en dormirme, tranquilo.
Por la tarde, del día de ayer, conocí la mejor librería de viejo en Monterrey. Después de una larga búsqueda encontré ocho libros que me interesaron. Tuve que hacer una valoración de cada ejemplar para saber cual de ellos me llevaba (era imposible que todos). Me decidí por cinco. Mi primo, que estaba esperándome en un extremo de la librería más dormido que despierto, se alegró de verme pagando: por fin, dijo con sus ojos soñolientos.
Después nos dirigimos al mercado a comprar unas frutas a la hermana del compañero de departamento. Se las llevamos, regresamos, y más noche fuimos a un billar. En la rocola puse cinco pesos y elegí dos canciones de Bob Marley. Mientras las escuchaba, esperaba la cerveza, la cual llegó cuando terminaron. Me hubiera gustado escucharlas con un cigarro y una cerveza, como una vez lo hice en Hermosillo.
Nos regresamos a casa, y cené. Leía algunas cosas de los libros que había adquirido y miraba la televisión. Al terminar la comida, tomé uno de ellos (la antología) y leí dos cuentos. Después me fui a la terraza.
Hasta ahora, en este momento que escribo, he recordado el motivo por el cual vine a Monterrey. Es cierto, y esto lo confirma: el aire de monterrey no tan sólo es pesado, caliente, sino seductor. Ahora mismo me salgo, me despido de los amigos del messeger, pago doce pesos, voy al Seven y compro el periódico.

2 comentarios

josue -

Qué bien me hizo leer tu mensaje, Rubí. Yo también las extraño, espero reanudarlas muy pronto. Mira que tenemos un montón de cosas para platicar.

Rubí -

Extraño nuestras pláticas de media noche. Espero que Monterrey te siga seduciendo e inspirando.
Nos vemos personaqueusacamisadecuadritos.